Victoria Alonso se refirió a los desafíos que enfrenta la conservación en Chile tras participar del seminario “Instrumentos para la conservación del medio ambiente”, organizado por la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (AIDIS). En la instancia, el proyecto de conservación “Rincón del Sur” (DRC desarrollado por Colbún y Fundación Tierra Austral) fue presentado como un caso relevante.

A nivel global está ocurriendo una pérdida sostenida de biodiversidad biológica, ¿Cómo podemos avanzar en dar el resguardo que necesita la biodiversidad?

La biodiversidad permite el equilibrio de los ecosistemas. Dependemos de ella para sobrevivir, por lo tanto, no es una opción, es una necesidad. Debemos de conservar adecuadamente ecosistemas únicos y frágiles, como el ecosistema mediterráneo de Chile central, que existe sólo en cinco lugares del mundo.  

Necesitamos identificar zonas claves a conservar a nivel nacional, protegiéndolas por medio de corredores biológicos, diseñados para conectar áreas naturales con características similares, permitiendo el paso de especies, junto con el resguardo de zonas de alto valor ecológico y cultural.  

¿Cuáles son los principales desafíos para conservación ambiental hoy en Chile?

Para hablar de conservación de tierras, se debe entender en primera instancia el alto porcentaje de tierras de propiedad privada que tenemos en Chile, y la limitada cobertura del Estado para la protección de la naturaleza. A modo de referencia, los ecosistemas más amenazados del país se encuentran en territorios donde más del 80% es de propiedad privada. Por tanto, el desarrollo de iniciativas de conservación en estas tierras es fundamental para lograr un desarrollo sostenible. 

Sin embargo, esta es una materia que, por muchos años, no ha sido regulada en Chile y hoy necesita con urgencia de la coordinación y acción de múltiples actores y entidades -públicas y privadas- para su fortalecimiento. A su vez, debido a la diversidad de actores que trabajan en conservación privada, se hace necesario motivar a filántropos(as) y actores claves interesados en conservar, a hacerlo de manera formal y estandarizada, lo que permitirá fomentar el apoyo económico y técnico que necesiten para desarrollar estas iniciativas de forma efectiva.

Finalmente, para la conservación privada de tierras falta mayor apoyo estatal. Salvo por los Santuarios de la Naturaleza, las entidades que están conservando de manera voluntaria no son reconocidas públicamente. Necesitamos diseñar fórmulas que busquen aumentar la conservación voluntaria, empezando por gestionar incentivos tributarios por parte del Estado.

¿Cómo ve la Fundación la relación entre áreas protegidas y el desarrollo de proyectos privados? 

Desde la Fundación Tierra Austral consideramos que la participación del sector privado y de las industrias es fundamental para potenciar la creación y conservación de áreas protegida. Pensar en una figura distinta, que no involucre a los grandes sectores productivos del país, es inviable. 

¿Qué herramientas existen para que los privados puedan involucrarse en conservación ambiental?  

Una herramienta concreta es el Derecho Real de Conservación (DRC), un acuerdo legal y flexible -sin intervención del Estado- en el que el propietario de un terreno se compromete a conservar su territorio a perpetuidad. Amparado en la Ley 20.930 de 2016, permite a propietarios privados conservar el valor ecológico y/o cultural de sus terrenos, otorgándole a un tercero experto el rol de garante de la protección de la naturaleza. Mediante este instrumento se puede, por ejemplo, zonificar un territorio y establecer distintos usos de la tierra compatibles con la conservación de atributos ecológicos importantes para el país. 

A través de los DRC hemos logrado involucrar a los privados en la conservación, mostrando que sí es posible compatibilizar proyectos productivos en zonas vecinas o aledañas a áreas protegidas. Este es, sin lugar a dudas, un mecanismo esencial para que la naturaleza pueda mitigar los impactos del cambio climático. 

¿Qué casos de Derecho Real de Conservación (DRC) existen en Chile?

Fundación Tierra Austral y Colbún concretaron en 2021 el primer DRC corporativo en Chile. Con 436 hectáreas de flora y fauna nativa en la ribera del Lago Chapo (Región de Los Lagos), “Rincón del Sur” es el primer terreno que una empresa destina a perpetuidad con fines exclusivos de conservación.  

Es sumamente importante que los privados se involucren en conservación, es una necesidad, porque los ecosistemas más amenazados en Chile están en manos privadas hoy y el DRC da la flexibilidad para que los dueños mantengan la propiedad y a la vez se garantice la protección del patrimonio natural. El llamado es a que otras empresas sigan esta línea. 

Victoria Alonso, directora de la Fundación Tierra Austral