Conoce los aspectos más relevantes de la Ley N° 21.105 que promueve el Almacenamiento de Energía Eléctrica y la Electromovilidad.
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El almacenamiento de energía renovable se está convirtiendo en la nueva frontera de la transición energética chilena, porque hasta ahora se ve como la mejor opción para gestionar la variabilidad de la energía renovable solar y eólica. En noviembre se promulgó la nueva Ley de Almacenamiento y Electromovilidad, que promueve estos sistemas a través de 4 elementos:
1. Nueva fuente de remuneración: Permite a los sistemas de almacenamiento puros o stand alone -es decir, que no están ligados a una central de generación de energía- recibir remuneración por la energía inyectada y la potencia aportada. Este es un mecanismo relevante porque genera un incentivo adicional para su desarrollo.
2. Nuevo incentivo al Hidrógeno Verde: La ley establece que en el caso de los proyectos productivos que cuenten con capacidad propia de generación eléctrica renovable -como son los de hidrógeno verde-, los cargos por el uso del sistema eléctrico que paguen los clientes finales sean sólo en base a la energía y potencia efectivamente retirada del mismo, y en ningún caso por la energía y potencia autoabastecida.
3. Incentivo a la electromovilidad: Los autos eléctricos o híbridos enchufables estarán exentos de pagar permiso de circulación durante los dos primeros años una vez vendidos, estableciendo luego una rebaja decreciente por los seis años siguientes, comenzando con un descuento de 75% del valor.
4. Rol de la electromovilidad como almacenamiento: Por último, la ley reconoce a los vehículos eléctricos como sistemas de almacenamiento, lo que los habilita a inyectar energía a la red y ser remunerados por eso. Para las empresas con flotas eléctricas, esta es una nueva oportunidad de negocio.