Con presencia de representantes de empresas, startups e investigadores, se lanzó el Pacto por la Seguridad Hídrica, una iniciativa a la que adhirieron Microsoft, Anglo American, Agunsa, Colbún y AB InBev y que apunta a instalar compromisos y compartir buenas prácticas para que la huella hídrica de la actividad privada sea positiva.

“El foco en el tema climático ha estado en el carbono y la crisis hídrica ha quedado un poco rezagada, incluso en países como Chile, donde la prioridad es máxima. El sueño es que Chile sea el primer país en alcanzar la verdadera seguridad hídrica”, destaca Diego Carrasco, cofundador de las startup WES y director de Climatech Chile, gremio que junto con Race To Resilience están a cargo de la coordinación ejecutiva de este pacto.

“La empresa hace años se fue por el camino de la sostenibilidad. Esta es una plataforma para compartir experiencias y seguir colaborando. Todos tenemos que ser actores en esto”, afirma María Alejandra Álvarez, gerenta de Recursos Hídricos de Colbún. En tanto, Nicolás Calvo, jefe de Sostenibilidad de Agunsa, remarcó que la compañía de logística tiene la meta de reducir en 16% su consumo de agua. Sobre el pacto, afirma: “Es una tremenda instancia para persuadir a muchas empresas de sumarse a esta cruzada”.

Para Marcela Bocchetto, gerenta de Cambio Climático y Biodiversidad de Anglo American, esta red está en la línea de su plan de sustentabilidad de fines de 2018. “Creemos que tenemos que empujar a los otros a asumir el desafío, entendiendo que el manejo de ecosistemas es fundamental”, indica. Y Francisca Yáñez, national technology officer de Microsoft, complementa: “Desde 2020 tomamos el compromiso de ser agua positivo a nivel global a 2030. Pero una cosa es tener una meta global y otra que esa meta se traduzca en un impacto a nivel local. Y para eso pensamos que la hipercolaboración es el camino para amplificar nuestro impacto en Chile”.

Según Camila Fernández, engagement lead para Latinoamérica y el Caribe del Climate Champions Team y parte de Race To Resilience, “a través de este pacto queremos hacer este camino más simple, generando conciencia, acción y colaboración radical”. Ahora, explica, se va a generar una fuerza de tarea y una mesa técnica para que el trabajo de este pacto se base en evidencia científica. La idea es abrir un período de dos o tres meses para que más empresas se sumen.

Fuente: El Mercurio